Los glaciares se están derritiendo, el nivel del mar
aumenta, las selvas se están secando y la fauna y la flora lucha para seguir
este ritmo. Cada vez es más evidente que los humanos han causado la mayor parte
del calentamiento del siglo pasado, mediante la emisión de gases que retienen
el calor, para potenciar nuestra vida moderna. Llamamos gases de invernadero y
sus niveles son cada vez más altos, ahora y en los últimos 65.000 años.
Llamamos al resultado calentamiento global pero está
provocando una serie de cambios en el clima de la Tierra o patrones
meteorológicos a largo plazo que varían según el lugar. Conforme la Tierra gira
cada día, este nuevo calor gira a su vez recogiendo la humedad de los océanos,
aumentando aquí y asentándose allá. Está cambiando el ritmo del clima al que
todos los seres vivos nos hemos acostumbrado.
¿Qué haremos para ralentizar este calentamiento? ¿Cómo vamos
a sobrellevar los cambios que ya hemos puesto en marcha? Mientras intentamos
entenderlo, la faz de la Tierra tal y como la conocemos, sus costas, bosques,
haciendas y montañas nevadas están en vilo.
EFECTO INVERNADERO
El “efecto invernadero” es el calentamiento que se produce
cuando ciertos gases de la atmósfera de la Tierra retienen el calor. Estos
gases dejan pasar la luz pero mantienen el calor como las paredes de cristal de
un invernadero.
En primer lugar, la luz solar brilla en la superficie
terrestre, donde es absorbida y, a continuación, vuelve a la atmósfera en forma
de calor. En la atmósfera, los gases de invernadero retienen parte de este
calor y el resto se escapa al espacio. Cuantos más gases de invernadero, más
calor es retenido.
Los científicos conocen el efecto invernadero desde 1824,
cuando Joseph Fourier calculó que la Tierra sería más fría si no hubiera
atmósfera. Este efecto invernadero es lo que hace que el clima en la Tierra sea
apto para la vida. Sin él, la superficie de la Tierra sería unos 60 grados
Fahrenheit más fría. En 1895, el químico suizo Svante Arrhenius descubrió que
los humanos podrían aumentar el efecto invernadero produciendo dióxido de
carbono, un gas de invernadero. Inició 100 años de investigación climática que
nos ha proporcionado una sofisticada comprensión del calentamiento global.
Los niveles de gases de efecto invernadero (GEI) han
aumentado y descendido durante la historia de la Tierra pero han sido bastante
constantes durante los últimos miles de años. Las temperaturas medias globales
se han mantenido bastante constantes también durante este periodo de tiempo
hasta hace poco. A través de la combustión de combustibles fósiles y otras
emisiones de GEI, los humanos están aumentando el efecto invernadero y
calentando la Tierra.
Los científicos a menudo utilizan el término “cambio
climático” en lugar de calentamiento global. Esto es porque, dado que la
temperatura media de la Tierra aumenta, los vientos y las corrientes oceánicas
mueven el calor alrededor del globo de modo que pueden enfriar algunas zonas,
calentar otras y cambiar la cantidad de lluvia y de nieve que cae. Como
resultado, el clima cambia de manera diferente en diferentes áreas.
¿NO SON NATURALES LOS
CAMBIOS DE TEMPERATURA?
La temperatura media global y las concentraciones de dióxido
de carbono (uno de los principales gases de invernadero) han fluctuado en un
ciclo de cientos de miles de años conforme ha ido variando la posición de la
Tierra respecto del sol. Como resultado, se han producido las diferentes edades
de hielo.
Sin embargo, durante miles de años, las emisiones de GEI a
la atmósfera se han compensado por los GEI que se absorben de forma natural.
Por lo tanto, las concentraciones de GEI y la temperatura han sido bastante
estables. Esta estabilidad ha permitido que la civilización humana se haya
desarrollado en un clima consistente.
En ocasiones, otros factores tienen una influencia breve
sobre la temperatura global. Las erupciones volcánicas, por ejemplo, emiten partículas
que enfrían temporalmente la superficie de la Tierra. No obstante, éstas no
tienen un efecto que dure más de unos cuantos años. Otros ciclos, como El Niño,
también se producen de manera breve y en ciclos predecibles.
Ahora los humanos han aumentado la cantidad de dióxido de
carbono en la atmósfera más de un tercio desde la revolución industrial. Estos
cambios tan significativos se han producido históricamente en el trascurso de
miles de años pero ahora se producen en tan solo unas décadas.
¿POR QUÉ ES
PREOCUPANTE?
El rápido aumento de los gases de invernadero es un problema
porque está cambiando el clima tan rápido que algunos seres vivos no pueden
adaptarse. Igualmente, un clima nuevo y más impredecible impone desafíos únicos
para todo tipo de vida.
Históricamente, el clima de la Tierra ha oscilado entre
temperaturas como las que tenemos en la actualidad y temperaturas tan frías que
grandes capas de hielo cubrían la mayor parte de Norteamérica y Europa. La
diferencia entre las temperaturas globales medias y durante las edades de hielo
tan solo es de 9 grados Fahrenheit y estas oscilaciones se produjeron
lentamente, durante el trascurso de cientos de miles de años.
En la actualidad, con las concentraciones de gases de
invernadero aumentando, las capas de hielo que permanecen en la Tierra (como
Groenlandia y la Antártida) también comienzan a derretirse. Esta agua sobrante
podría hacer que aumente considerablemente el nivel del mar.
Conforme sube el mercurio, el clima puede cambiar de forma
inesperada. Además del aumento del nivel del mar, las condiciones
meteorológicas pueden pasar a ser más extremas. Esto implica tormentas mayores
y más intensas, más lluvia seguida de sequías más prolongadas e intensas (un
desafío para los cultivos), cambios en los ámbitos en los que pueden vivir los
animales y pérdida del suministro de agua que históricamente provenía de los
glaciares.
Los científicos ya están observando que algunos de estos
cambios ocurren más rápido de lo que esperaban. Según el Grupo Intergubernamental
de Expertos para el Cambio Climático, once de los doce años más calurosos desde
que se tienen registros se produjeron entre 1995 y 2006.
CONSECUENCIAS A CAUSA
DEL CAMBIO CLIMÁTICO GLOBAL
a. El descongelamiento de las nieves eternas en las regiones
sub-polares afectan la estabilidad de los suelos causando severos daños en las
infraestructuras: carreteras, autopistas, edificios y aeropuertos.
b. Al calentarse las regiones templadas favorecerá al
aumento de enfermedades y parásitos que no son comunes en ciertas regiones,
afectando a millones de personas que carecen de inmunidad. Así mismo aumentará
la incidencia de plagas y enfermedades en la agricultura y reduciendo de esta
forma las cosechas.
c. Los cambios en los patrones de lluvias obligará a variar
las temporadas de siembra y cosechas, alterando la oferta en los mercados y la
disponibilidad de alimentos. También se incrementará la erosión y la incidencia
de inundaciones, la disposición de agua potable tanto para las necesidades
básicas como para la irrigación de la producción de energía eléctrica. Además,
reducirá la proporción de humedad, aumentará la posibilidad de producirse
incendios forestales.
d. Considerando que los ecosistemas dependen de un balance
de suelo, lluvia y temperatura para su existencia, esto cambios alterarán a los
ecosistemas con los consecuentes resultados.
e. La vida silvestre costera tenderá a desaparecer y
aumentará la salinidad de los suelos al producirse las variaciones en el nivel
del mar. Algunas especies emigrarán, pero la gran mayoría no podrá adaptarse a
los cambios y posiblemente muchas de ellas desaparecerán.
f. El incremento en el nivel del mar y por lo tanto la
inundación en zonas costeras, obligará a millones de personas que habitan esas
regiones a emigrar, por lo que requerirán alimentación, vivienda, servicios de
salud, mantenimiento, etc. en las nuevas regiones donde se trasladen.
g. Se estima que debido al calentamiento, serán más
frecuentes los disturbios meteorológicos, tales como: tormentas y huracanes
tropicales.
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